sábado, 29 de marzo de 2008

El hombre solo y la muerte roja



Pintura de Magnolia Rivera
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Es increíble como elegimos vernos solos. Desmantelar nuestro alrededor hasta que este es una gran nada y nos sentimos abandonados. Este fue el mirar de los existencialistas mas cerrados: estar solos frente a nuestra muerte, el momento de no mas existencia.

El hombre solo frente a la muerte roja, su brazo tiembla sin comprender – es deseo a alcanzarla y manipularla o el simple temor acumulado en su miembro mas activo –. Que pensar frente a la muerte: solo dar un beso y partir o eliminarla como a nuestro entorno.

Muchas veces eliminamos la vida por el simple hecho de temerle, lo que conlleva a que la persona se convierta en un ovillo de males, un pobre neurótico que no reconoce que su peor enemigo es “él”: o lo que él piensa que es.

El hombre solo y la muerte roja: por que no bailar. Sobrepasar la abstracción que nos dice que somos independientes del mundo, no escucharon a Heidegger y su “ser ahí en el mundo”. Al sentirnos solos simplemente nos abstraemos de nuestro entorno, nuestra conciencia inmediata es mínima hacia él, somos solo cuerpo: solo función ello. La cuestión es que este abstraerse es solo hipotético, es simplemente un ignorar, no un eliminar, ya que, si eliminamos nuestro entorno nos eliminamos a nosotros mismos y al complejo global denominado “campo”. No es un ejemplo nuestra mala economía ecológica, el destruir para nuestro beneficio: El actuar egológico.

El hombre solo y la muerte roja. ¿Y sus circunstancias? ¿Dónde están sus relaciones, su entorno, su econicho? Distorsionadas por el miedo a algo que es inevitable. Somos seres que luchamos contra la ley de la entropía y al final nos rendimos a ella, y nada más. Enfocarse en el miedo a la muerte trae velos que transforman nuestro mundo y nuestro “ser ahí en el mundo” es agónico, crudo y desprestigiado. La triste historia del que no comprende su existencia.
Alberto Guzman Ferraro, 2008


El hombre de mentiras

El hombre de mentiras

Esta bien,
Eres tan gracioso ante mis ojos,
Reconozco un complejo de castración cuando lo veo.
Das a enseñar temor:
Al señor bello facial, al gran general
¿Le falta seguridad?
Di buenos días mamá
¿Puedo salir a jugar?
¿Puedo rascar mi nariz?

Pequeño e inofensivo
¿Quien eres?
Temor al gay por saber que es
Temor, envidia: Tono gris.
Jugamos y gane
El niño de mamá quiere una galleta
Desmoronándose en mis manos
Come en su falda

¿Muy seguro hombre religioso?
Sigues hipnóticamente la letra muerta;
Todo lo escrito es lo correcto
Solo sigues su camino
Yo solo espero el mío.
Alguien grito una vez: Dios es gay.
Para un gran amigo...

Alberto Guzman Ferraro, 2008


Juegos de mesa

Juegos de mesa

Espectros descarados encienden y destrozan los establos;
pobres monos han pagado por el juego de conocidos.

En los campos no existen caras,
Mueren los desconocidos.
Dialogo entre colegas en el duro asfalto;
Que conveniente y sin muertes.

Fusil en mano de pequeñas impresiones;
Lapiceras y corbatas inservibles,
Olor fétido y descompuesto,
todo el pacto en el horno.

Información de rompecabezas;
Verdades ocultas en hileras
Nada deseable al pabellón cerebral
Que hay para hacer
Que hay para verYa se, juguemos a la guerra con pena y dolor.

Alberto Guzman Ferraro, 2008


Inyectable

Inyectable

Herida abierta
Mentiras concretas
Queja lumbar
Ataque al corazón
Dolencia invalidatoria
Heridas internas
Protestas crudas
Que interesante reacción
¿Que quiere decir?
Noches en vela por lo que no es importante ahora.

Alberto Guzman Ferraro, 2008


miércoles, 26 de marzo de 2008

Los vacios del código

Los vacios del código

Paridad inexistente
Soledad profunda del que solo puede contemplar su reflejo
Triste apología de narciso.

La imagen vástiga de fe cristiana demolida por sus creadores
Dolencia de la trinidad al despertar de su ilusión
Caja cónica sobre cabezas estériles.

Cuádruple ataque al corazón
Inminente desazón, ella no quiso ser conmigo
La huida del Mit-dansein de mis manos.

Afortunado símbolo del perfeccionismo del logos
Sonríe con tu cabeza chata
¿Cómo veré una sonrisa en la inanimación?

Totalidad escrita de forma encriptado
Quien será el lector del vacio fértil
Ella no estará ahí para los ojos que se han perdido en la mentira.
Alberto Guzman Ferraro, 2008

Memoria

Memoria

Rompió el silencio la llamarada;
El chasquido de la sequedad
Sus lunas se eclipsaron con dolor
El humo fétido lo sofoco
Defectos visuales
Tono anacrónico

Latido tácito de espera sepulcral
Quería un beso nada más
Memoria:
Capturadas en geometría violeta las palabras intentan ser alimento

Alberto Guzman Ferraro, 2008

De lo real a lo IRREAL

Alberto Guzmán Ferraro, Ps

guzmanferraroa@hotmail.com

Querido lector ¿Qué es la realidad? ¿Qué es real? ¿Eres real? ¿Tu alrededor es real? ¿Que tan fuertes son estas preguntas para tu ser? ¿Que respuestas le puedes dar?

La física clásica o Newtoniana dice que “la materia se puede evaluar, de igual forma, se precisa su posición y su comportamiento, se prevén los movimientos y velocidades, sus energías y sus resultados. Las ondas[1] eran elementos de segundo orden en comparación con las partículas[2] que por sí solas eran suficientes para conformar la materia.”[3] Esto nos diría que la realidad esta constituida por partículas, las cuales en su conjunción hacen las cosas y a nosotros. Miras el texto que tienes en tus manos y simplemente es un conglomerado de partículas. Es decir, desde la física clásica, la realidad es la conjunción de partículas. Pero el doctor Gutiérrez resalta “La física clásica no intuyó con la perspicacia necesaria, las posibilidades de las ondas actuando como partículas, al no conocer estos elementos subatómicos, a la vez extremadamente cercanos y lejanos, pero vinculados estrechamente a la vida de los átomos. No fue más allá del horizonte molecular.”

“Para la física del quantum la materia “quántica” es esencialmente tanto la semejanza con la onda como con la partícula, simultáneamente”[4] es decir estas en un paquete de onda/partícula; y que solo surge la realidad cuando existe un observador. Solo en este momento, en el paquete onda/partícula, las ondas seden a la partícula y se hace la “realidad”. Esto da ocasión a mencionar las palabras de Bya Prigogine:

“cualquier cosa a la que llamemos realidad, se nos revela por medio de una construcción activa en la que participamos”[5].

Tomando en cuenta esto podemos decir, que la “realidad” que nosotros formamos es un “universo participativo”. Es decir, las cosas en el mundo no son cosas como tal, no están ahí afuera por si solas ni existen por si solas, como lo dice la física newtoniana. La “realidad” surge en el momento en que el observador, tu o yo, escoge una posibilidad del mar de posibilidades en el que estamos inmersos. Un ejemplo de esto es cualquier situación, optaré por una en la cocina. Supongamos que te encuentras en la cocina, tienes mucha hambre y tienes que cocinar. Te encuentras en la puerta del lugar y vez la única olla de tu casa puesta en la boquilla de la estufa (esta era una posibilidad, como lo era el tener que buscar una olla donde tu vecino o vecina), en este momento surgen en tu mente, un conglomerado de posibilidades a las cuales puedes optar[6]:

alguien de esta casa ya ha cocinado algo y dejo el utensilio en la estufa, con la boquilla apagada
de la posibilidad anterior surgen otras dos posibilidades. Que esta persona allá cocinada hace algún tiempo y la olla este fría o que este individuo allá acabado de apagar la boquilla y la olla este caliente.

Ahora bien, en estos momentos la realidad que se puede dar en la interacción con la olla que necesitamos es incierta y paradójica ¿Por qué paradójica? Simple, por que la realidad no es como la plantean los newtonianos, como ya fue dicho. Esa olla no esta fría o caliente por si sola, debido a que nosotros como observadores del momento, no hemos participado en su realidad. Si lo vemos como una realidad quántica esta olla esta tanto fría como caliente, es un paquete de onda/partícula. En el momento en que interactuamos con ella, en su paquete de onda/partícula la onda sedera para que se “objetivice” la realidad.

Veamos de nuevo la situación. Estas en la puerta y ahí esta la olla, la cual comenzó a existir en ese contexto (esta sobre la estufa) en el momento que la observaste. Aquí se pueden dar dos realidades, tomemos la realidad en que la olla este caliente. Alguien antes que tu utilizo la olla hace algunos segundos para hervir un poco de agua para el café y se marcho dejando la olla ahí (esta es la “realidad” que surgió de las posibilidades existentes para ese contexto). Tú entras a la cocina, directamente a tomar la olla para lavarla, en el momento que tocas la olla, la ambigüedad de olla fría/caliente se resuelve; la parte onda del paquete quántico, sede a las partículas del mismo. Asiendo así que el calor que acumulo la olla te queme, creando así una “realidad concreta”.

Pero ¿Qué paso con las otras posibilidades? Existe una teoría que explica cual fue el destino de estas posibilidades que no se dieron. Es la teoría de los mundos paralelos, la cual dice que paralelamente a esa realidad que tú viviste, existen otras realidades en donde se dieron las condiciones para que se hicieran reales esas otras posibilidades.

A continuación se vera un pequeño bosquejo de las posibilidades que se pudieron dar en otras realidades paralelas:



En estos momento tu podrías estar, haciendo deporte, cocinando, jugando en la computadora, hasta haciendo el amor entre otras cosas. en lugar de estar leyendo. Es muy posible que en otras “realidades” paralelas lo estés haciendo.

Te estarás preguntando ¿Cómo percibo lo que percibo? Yo te haré otra pregunta ¿alguna vez has visto un cuchifli? pues claro que no, esta palabra no la identificas con alguna cosa con la que hayas tenido una experiencia antes. Cuchifli no esta en tu cerebro, no es un engrama[7]. Si alguien te señalara algo en un escritorio y te dijera “pásame ese cuchifli”. Ni con señalar sabrías cual, de tantas cosas, seria el cuchifli. Los teóricos del quanta, ponen un ejemplo más histórico. Dicen que cuando las tres calaveras (la niña, la pinta y la santa Maria) se acercaban a tierras americanas; los indígenas del territorio nunca vieron las naves, hasta que el gran chaman de la tribu observo que el agua se movía como si algo se acercaba. Con ver que el chaman veía algo que se aproximaba, los demás aborígenes vieron lo que se acercaba, solo por creer en su conocimiento.
De igual manera sucede con el cuchifli, si yo no te muestro esta cosa y te muestro como identificarlo, nunca lo veras.

¿Qué dice esto? Que la realidad como ya lo habíamos dicho es una realidad “participativa”. En nuestra sociedad manejamos los sentimientos, pero ¿Qué son? Significados que le hemos dado a sensaciones de nuestro ser, emociones. Si te dicen amor, tú sabes que es. Pero si le dices “amor” a la tribu Ifaluk, no sabrán de qué rayos hablas. Esto sucede por que para ellos solo existe un sentimiento llamado fago, el cual es comparativo al amor.

¿Qué conclusión te puedo dar con lo poco que te he dado? La realidad “concreta” se da porque tu la percibes gracias al legado que te ha dado la sociedad, sin ella no la verías. Y sin nosotros la sociedad no existiría. La realidad es una construcción entre nosotros, el legado de la sociedad y nuestro ambiente.

Si quieres fortalecer esta idea tan débil que te brindo de la “realidad” te aconsejo que leas libros como “el yo quántico” de Danah Zohar[8]. Es un buen texto en donde se tocan las principales ponencias de la mecánica quántica fusionándolas con la psicología. También te recomiendo el libro titulado “el yo saturado. Dilemas de identidad en el mundo contemporáneo” de Kenneth J. Gergen[9] para que veas cual es el legado de nuestra sociedad y nuestro actual Zeitgeist.

Documentales como “What the BLeep do we know” (independiente) o “the immortal brain” del Dr. Joe Dispenza son de gran ayuda para poder entender los postulados participativos del hombre con su ambiente, su responsabilidad de ser.
[1] La onda es una perturbación que se propaga a través del espacio y transporta energía
[2] La partícula es la parte más pequeña indivisible de la materia, que puede encontrarse libre en la naturaleza.
[3] Gutiérrez Morales, S. Ph. D. (2003). Ilustrados. recuperado el 25 de enero del 2008, de http://www.ilustrados.com/publicaciones/EpZkVFyEAVgkcxIuGx.php
[4]Zohar, D. (1990). The quantum self. Traducido al castellano por Quijano, R. Bajo el titulo, El yo quántico. 1996. Mexico: Diana, S.A. y Edivision compañía editorial, S.A.
[5] Ibíd.
[6] Hay que tener en cuenta que en este contexto ya se ha formado su propia “realidad”, la cual va a pasar a ser nuestra, en el momento que nos contextualicemos a ella.
[7] El engrama sería un hipotético cambio que se produciría en el cerebro al producirse un almacenamiento memorístico por experiencias anteriores.
[8] The quantum self.
[9] Gergen, K. (1991). The saturated self. Dilemas of identity in comtemporary life. Traducido al castellano por Wolfson, L. Bajo el titulo, El yo saturado. Dilemas de identidad en el mundo comtemporaneo. 1997. Buenos Aires: Paidós.